Carles Ferrater y Patrick Genard
P L O T _ Projects List of Our Time
El edificio que nos ocupa el séptimo P L O T, es uno de los que consiguen caracterizar Av. Diagonal, uno de esos edificios sobrios que mediante gestos y maneras de trabajar consiguen distinguirse sobre los demás. Insignia del grupo Mediacomplex en Barcelona, forma parte de un complejo plan urbanístico para el 22@, barrio tecnológico de Barcelona.
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Descripción General
Centro de producción audiovisual y oficinas cuya actividad está relacionada con el mundo de la imagen. Se trata de una torre de oficinas de 17 plantas de altura y más de 18.000m2, con una singularidad estructural, fachada portante, que mira hacia Av. Diagonal y a C/ Tánger. En su interior, seis platós de producción disponen de todos los servicios necesarios para poder dar respuesta no sólo a los profesionales de la producción audiovisual, sino a la propia universidad que los forma.
Se trata de un edificio singular en su construcción, ya que consigue una raumplan gracias a una fachada portante y núcleo rígido, elementos que definen el proyecto y el espacio interior. La Universidad Pompeu Fabra utiliza algunas aulas situadas en el edificio Imagina, pero concentra sus actividades en la antigua fábrica Ca l’Aranyó.
Se le otorgó el premio “Ciutat de Barcelona” en 2008, junto al conjunto de urbanización del 22@.
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Análisis
Urbanístico_ El nuevo barrio 22@Barcelona es el mayor proyecto de renovación urbana que se lleva a cabo actualmente en la ciudad. Se trata de la creación de un distrito tecnológico, modificando la antigua calificación urbanística 22ª (íntegramente industrial) para fomentar la convivencia en el barrio de usos como producción, formación, investigación y vivienda. Se lleva a cabo gracias al equipo de Beth Galí, quien dirigía, desde la oficina municipal, dicha transformación del antiguo barrio de “Poble Nou”.
El plan especial de Ca l’Aranyó se plantea a modo de ‘cluster’, dónde las antiguas estructuras industriales se mezclan con la construcción de nueva planta, solapando uso público y privado. Dentro de esta última categoría es donde se encuentra el edificio objeto de estudio; construcción de nueva planta y uso privado. Se trata de la construcción de un edificio de oficinas y producción audiovisual para el grupo Mediacomplex, las primeras se materializan en una torre de 19 plantas apoyada sobre el extremo de un edificio zócalo de 5 plantas que ocupa el resto de la parcela.
Según el plan especial, la torre forma parte de una serie de edificaciones que se encargan de dar la cara más visible de Ca l’Aranyó hacia Av. Diagonal. La torre del edificio imagina mantiene la visual hasta la torre Agbar y fomenta la permeabilidad hacia el Campus Audiovisual.
La estrategia volumétrica más clara y contundente del conjunto es la de girar el edificio de manera frontal hacia Av. Diagonal. La torre transforma su perímetro a medida que asciende el volumen, con ello se consigue un mayor dinamismo, así como desviarse del borde de la parcela para generar un nuevo plano que permite abrir las visuales del edificio colindante. El frente acristalado del zócalo junto a la abertura que se produce y que atraviesa la torre, responde, seguramente, al anhelo de un proyecto anterior que el arquitecto Carlos Ferrater había presentado al ayuntamiento cómo posible solución a las manzanas del trazado del Eixample Cerdà que se enfrentaban con Av. Diagonal. Se trata de ceder un nuevo espacio público a la ciudad, un ‘lobby’ para el edificio. En este caso concreto la estrategia enmarca la visual hacia C/ Bolivia, continuando la traza principal de esta calle y del propio trazado de la parcela. Es obvio realizar un paralelismo entre la estrategia de este edificio y del conocido edificio de oficinas Seagram que Mies van der Rohe proyectó a principios del siglo XX, la creación de un espacio público cedido a la ciudad, que tenía función de plaza, ‘lobby’, conexión con el transporte público, …
Nos encontramos en frente de un plan especial que fomenta lo que podríamos llamar ‘el orden del caos’, esto es, la gran variedad volumétrica de un nuevo tipo de ciudad que responde a normas basadas en nuevos criterios medioambientales, sociales, culturales, … y urbanísticos.
Arquitectónico_ Una de las virtudes que ofrece una gran flexibilidad de uso, es su diseño diáfano, gracias a la inexistencia de pilares o estructura intermedia. Su característica principal es su imponente fachada, que consiste en una membrana exterior compleja que realiza la función estructural, junto a otros dos núcleos rígidos de hormigón (núcleos de comunicaciones). La configuración en planta se modifica a medida se suceden los diferentes niveles del edificio, la “raumplan” que se comentaba anteriormente, ofrece sumada a dicha configuración, una flexibilidad mayor que la de un simple espacio vacío sensible de distribuirse mediante mobiliario.
El modelo de distribución interior se apoya en un modelo repetido y continuo del hueco, el módulo de fachada, que desarrolla una gran continuidad, buena iluminación y vistas hacia la ciudad de Barcelona.
El acceso al edificio se realiza por el volumen bajo, basamento, que muestra, con una gran transparencia en fachada, los diversos niveles de “foyer” (acceso a la sala de actos y platós), que se muestran de modo escenográfico hacia la ciudad. Se trata de un espacio que pretende enseñar al transeúnte que algo ocurre en el interior de esta fría piel de acero y vidrio.
Es en este cuerpo dónde se produce la interacción de usos con el campus audiovisual de UPF de Ca l’Aranyó. Dicha interacción resulta física pero en ningún caso cruzada, ya que este uso se produce en planta sótano y con acceso independiente. Es precisamente el acceso de carga el que permite emplazar el paso que separa unos platós de otros, consiguiendo varias proporciones para éstos y la separación de los usos de UPF y el propio del edificio.
Fachada y Estructura
Continuando con el paralelismo del Seagram, de Mies van der Rohe, podemos comparar estos dos edificios más allá de las obvias semejanzas compositivas o perceptivas, el orden tripartito clásico, la retícula, …; se trata de un reto frente a un nuevo desarrollo de la técnica, de construir con un nuevo método de cálculo estructural, una fachada con un rotundo carácter portante.
La fachada es uno de los trazos característicos de este proyecto, se trata de una serie de pilares de 60x30cm que se encuentran separados entre 190 y 205cm a ejes, en función de la orientación. Pero son el forjado (que reduce su canto hasta 14cm en la parte más exterior), sumado al diseño volumétrico de la torre, los que consiguen una mayor sensación es esbeltez. Dicha sensación se acrecienta gracias al paramento vertical vidriado, que se construye de suelo a techo, y permite entender la fachada como una gran malla.
Los creadores del proyecto entienden la fachada como una gran viga vierendeel, es así como la definen, tanto por apariencia como por función estructural. La fachada vierendeel aumenta la rigidez del conjunto en relación a la rigidez de cada forjado individual.
Los núcleos estructurales, separados 16m de luz, son los que constituyen el vano central, que se conforma por un forjado unidireccional con capacidad para absorber los 8m de voladizo que se suceden desde la planta tercera, o el chaflán a partir de la sexta. Los pilares en fachada son los que absorben las deformaciones y reacciones de los forjados postesados. Dichos pilares llegan a la obra ya prefabricados, conformados como piezas de un puzzle, hasta el punto de llevar integrado el armado. Se realiza en obra la operación de continuidad de la estructura, esto es, las armaduras de espera para la siguiente planta, ya que dichos pilares van rellenos de hormigón, que es la estructura principal que absorbe las cargas permanentes del edificio y la sobrecarga en caso de incendio. El acero exterior funciona como encofrado perdido y como elemento de absorción del resto de cargas y posibles deformaciones.
“Es el espíritu de desarrollo técnico el que debe regir a la arquitectura como arte objetivo”
Mies van der Rohe
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Reportaje Fotográfico
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P L O T
Una vez más la ingeniosidad de Carles Ferrater, con sus gestos volumétricos, consigue que este proyecto se integre perfectamente en el entorno donde se ubica. Respetuoso con sus vecinos, les presta mayores vista y luz, separándose de ellos en la medida de lo posible.
Otra de las grandes virtures, ya comentada, es el espacio ‘plaza, lobby’ que se cede a Av. Diagonal, solución que integra los dos trazos principales del proyecto junto con los de la parcela original. Es, como se ha dicho, un nuevo Seagram del siglo XXI, dónde estructura, fachada, … (evolución tecnológico) se conjungan para dar lugar a este magnífico proyecto.
La impresión general de los usuarios del mismo es positiva. Tanto orientación como el elemento principal de fachada (hueco) son del agrado de éstos, sin embargo habría que mejorar en este punto el tema de la protección solar, ya que sería necesario aumentarla en las fachadas más soleadas.
Los núcleos de comunicaciones deberían reforzar, la sincronía de los ascensores, o haber sido de mayor dimensión, ya que se trata del único acceso a las oficinas, no existe ningún tipo de escalera (que no sea de emergencia) que realice esta función.